15 de octubre de 2019

Matando a tu niño millenial interior

Cada vez que entro a internet y veo a los de mi generación con comentarios como: "Los niños de ahora no conocen lo que es la verdadera infancia", "Me arruinaron la infancia", "No me gusta la nueva versión, pasen la de los '90"... Realmente, me deprime.



Por favor, contemporáneos, ya tenemos 30 años y aún vivimos con nuestros padres (no me mientan, sé que muchos aún viven con sus padres, y no culpen a la economía). Ya somos adultos, nuestra infancia quedó atrás y es hora de dejarla ahí. El mundo no avanza porque nosotros vivimos revisando la parrilla de Cartoon Network esperando a que restransmitan nuestros programas favoritos y criticando la nueva programación.



Esta "guerra" por quién tuvo la mejor infancia la libran los millenials (especialmente los que no tienen hijos, cosa que el planeta les agradece) contra los centenials a los que ni siquiera les importa lo que pensamos. A diferencias de nuestros padres que tuvieron que dejar la escuela muy niños para empezar a trabajar y a criar a sus hijos en medio de carencias, nosotros pudimos disfrutar de una infancia plena con televisión a color y leyes en contra de la explotación infantil. Además vivimos la transición a la era de la información, lo que nos hacía sentir superiores pues recibíamos el conocimiento de primera mano. Por fin sabíamos más que nuestros padres. Nos sentíamos los amos del mundo.

Entonces, llegaron los centenials. Mientras que nosotros tuvimos que esperar a crecer y empezar a trabajar para comprarnos un pc, un smartphone y pagar el internet, a ellos sus abuelos les regalan un smartphone de mayor gama sólo por cumplir años. Se conectan a nuestro wifi y hablan un idioma al que tratamos de seguirle el paso para no parecer "anticuados". Ahora, ellos son quienes tienen el conocimiento.


Así, pues, fue que el millenial decidió jugar su "mejor" carta: su infancia. Si no puede demostrar que es un adulto que sabe más que los niños, entonces puede demostrar que fue un niño con mejor infancia. Y comenzaron las remakes, los reebots, las secuelas... Pero, como ya no somos los niños de los noventa, ya no nos gusta, no sentimos lo mismo que cuando veíamos ThunderCats, PowerPuff Girls, Tom and Jerry o Scooby Doo. Bombardeamos las redes sociales con comentarios como: "Me arruinaron la infancia". ¿Cuál infancia? ¡Tienes 30 años! ¡Deja de estar viendo caricaturas de Cartoon Network! Para eso ya trabajas y puedes pagar un servicio de Streaming. Cartoon Network y los demás canales infantiles son para los niños que no tienen acceso a la contraseña de Netflix.





La principal razón por la que existen abominaciones como Teen Titans Go y las nuevas versiones de Ben 10 y PowerPuff Girls, es que las televisoras tratan de encontrar un equilibrio entre hacer caricaturas para los niños y complacer la demanda nostálgica de los adultos (millenials). Algo nunca antes visto pues nuestros padres nunca pidieron una remake de The Flinstones, por lo que siempre fuimos los primeros consumidores de las series de los '90 y principios de los años 2000.



Es hora de aceptar que nuestra infancia ya pasó. Hacer a un lado los comentarios de: "Los niños de ahora no entenderán lo que era la verdadera infancia", porque esa etapa ya pasó hace mucho, y si lo disfrutamos, pues qué bien. 


Ahora debemos darle el paso a una generación que más que preocuparse por las remakes y las pendejadas que los millenials decimos, está más interesada en temas de actualidad, medio ambiente, política... Temas, se supone, nos competen a nosotros.

Es hora de ser adultos y de dejar a los niños ser niños.